El oratorio es una composición pensada principalmente para coros y orquesta, aunque a veces incluye cantantes solistas. Nació hacia finales del S. XVI en el Oratorio de San Felipe Neri de Roma, con la intención de influir negativamente en las ideas de la Reforma. Desde entonces, a este tipo de obras se les llama oratorios. Carecen de representación escénica y la temática, consecuentemente, suele ser religiosa. Desde el siglo XIX se han escrito también oratorios con temas no religiosos.




El oratorio profano El Rayo de Luna está basado en la leyenda de Gustavo Adolfo Bécquer. Esta leyenda se desarrolla en la ciudad de Soria y los alrededores del que parece, el antiguo monasterio de San Juan de Duero o quizás el de San Polo. Relata la historia de un joven noble, Manrique, idealista y soñador. Una noche, paseando por las ruinas del monasterio, adivina el contorno de una bella joven y cree haber encontrado a su mujer soñada. La idealiza mientras sigue su imposible rastro. Pero después de varios días de búsqueda desesperada, descubre que a quien él perseguía, la dama extranjera de ojos azules y negra melena, no era más que un rayo de luna filtrado entre las ramas y las hojas de los árboles.

El Rayo de Luna fue compuesto por Igor Escudero a petición de la Federación de Corales Sorianas (FECOSOR), el Palacio de la Audiencia de Soria y Caja Duero, para rememorar el 150 aniversario de la publicación de las leyendas de Gustavo Adolfo Bécquer, muchas de ellas inspiradas o ambientadas en la provincia.